Momias, quitando la venda: La Dama Joven

En 1898, el egiptólogo francés Victor Loret realizó uno de los hallazgos más importantes del siglo en el Valle de los Reyes. Descubrió la tumba de un rey, que pertenecía a Amenhotep II. Pero oculto en las profundidades de esta tumba, el arqueólogo también realizó otro hallazgo inesperado, el origen de uno de los mayores misterios del antiguo Egipto. Junto a la cámara funeraria principal de Amenhotep II había otra sala con tres momias anónimas.

Lo normal sería suponer que eran muy importantes, ya que habían sido enterradas en una tumba del Valle de los Reyes. Cuando hallaron estos cuerpos, no tenían ni idea de quiénes eran, por lo que se especuló mucho sobre su identidad. Uno de los tres cuerpos les pareció muy inquietante. La llamada ¿Dama Joven¿ tenía el cuerpo muy dañado. Tenía un agujero enorme en la cavidad abdominal. Y también en un pómulo, hasta el otro lado del labio. En el lado opuesto, se podía ver que tenía el brazo amputado justo donde empezaba el bíceps.