Manolo, guardia urbano

Después de 20 años de matrimonio, el popular agente de tráfico Manolo Martínez, que presta servicio en la madrileña plaza de Cibeles, y la señora Dolores, tienen su primer hijo biológico, lo que causa el consabido revuelo entre amigos y conocidos. Al mismo tiempo, su hija adoptiva no sabe si decidirse entre sus dos pretendientes: un simple dependiente o un periodista.

Durante el bautizo del niño en la parroquia de San Silvestre, el atontado sacristán Antero, lo cambia por otro niño que se bautiza un poco antes. A partir de ese momento, Manolo comienza a buscarlo sin descanso, descuidando un poco su trabajo; hecho que aprovecha el pretendiente periodista de su hija para iniciar una campaña en su contra.