La fierecilla domada

En el reino de Gandía, la bella, joven y bravía Catalina de Martos (Carmen Sevilla) rechaza a cuantos pretendientes le presenta su padre Bautista de Martos (Raymond Cordy), ante el desconsuelo de Blanca (Claudine Dupuis), que no puede casarse hasta que lo haya hecho Catalina, su hermana mayor. Beltrán de Lara (Alberto Closas), un joven comerciante, que se dirige a caballo hacia Gandía, se encuentra con un chico joven y disputa con él a propósito de un ciervo que pretende haber matado. A consecuencia de su discusión descubre, muy turbado, que su rival no es otro que una valerosa y muy bella joven, Catalina. Poco después, cuando Catalina de Martos rechaza con violencia a Mario de Acevedo (Manolo Gómez Bur), aparece en el palacio familiar, Beltrán de Lara con su criado Florindo (Jacques Dynam) que, sin más preámbulos, reconociendo a la joven, la besa y la conquista, comenzando así una relación muy particular.