Historias mínimas

A miles de kilómetros al sur de Buenos Aires, tres personajes recorren las solitarias rutas de la Patagonia austral. Cada uno viaja por su cuenta, pero como sucede en la desértica Patagonia, sus historias y sus ilusiones se entrecruzan en los escasos paradores.

Don Justo, dueño retirado de un almacén que ahora dirige su hijo, se ha escapado de la tutela de éste para buscar a su perro perdido. Roberto, viajante de comercio, hace el mismo viaje en su antiguo automóvil cargando una tarta de cumpleaños de crema. Ese mismo día, y por la misma ruta, viaja en transporte público María Flores con su pequeña hija, ganadora en el sorteo de un programa de televisión.