Hay que educar a papá

Severiano, antiguo melonero de la carretera de La Coruña, tuvo la genial idea de crear una urbanizadora y esto le convirtió en millonario de la noche a la mañana. Sin embargo, él siguió manteniendo su humilde forma de vivir, cómoda y sin lujos. Sus hijos, el hippie Esteban y la cursi Julia, que ha estado estudiando en Londres, donde se enamoró del hijo de un conde, toman la determinación de educar a su padre para que deje atrás sus ideas atrasadas.

Uno de los títulos que cimentaron a Paco Martínez Soria con su personaje arquetípico de un hombre chapado a la antigua. En "Hay que educar a papá", interpreta a un padre muy tradicional que, a base de zurriagazos, obligará a que sus dos hijos vuelvan al camino correcto. Tras la cámara, el prolífico Pedro Lazaga, uno de los directores habituales del malogrado actor, que rodó esta adaptación de la obra "La eduación de los padres" de José Fernández del Villar entre Madrid y Tenerife.