Fuera de juego

El jubilado don Anselmo ingresa, entristecido por el abandono de los suyos, en una residencia de ancianos. Pero lo que allí encuentra es algo totalmente inesperado, ya que sus cinco compañeros de habitación, lejos de ser unos viejecitos inactivos, pertenecen a un equipo de fútbol..., eso sí, imaginario.

Y todo porque al lado de su edificio hay un colegio en cuyo patio juegan los chavales al fútbol. Cada anciano se identifica con uno de los chicos y vive como propias las jugadas, goles y faltas que ocurren en el terreno de juego. Sin embargo, la situación del colegio no es muy boyante y, cuando los ancianos ven que necesita porterías nuevas, no tardan en urdir un plan: atracar un banco para poder conseguir el dinero que les permita comprar a los chavales todo lo que necesitan para seguir alimentando sus sueños.