¡Es mi hombre!

Don Antonio Modesto, empleado de una inmobiliaria, se ve arrastrado a una difícil situación económica al quebrar fraudulentamente la empresa dónde trabaja. Todas las puertas se le cierran. La hija está enferma y materialmente no tiene recursos para atenderla. Ante situación tan desesperada, don Antonio no vacila en aceptar el único puesto que le ofrecen para ganarse la vida: el de hombre fuerte de un Club ye-yé, donde los jóvenes melenudos organizan diariamente escándalos descomunales. Todo el mundo desconfía de su eficacia. Pero la necesidad de salir de la miseria y de poder sacar adelante a su hija convierten al pobre hombre en un auténtico héroe a la fuerza, que termina imponiendo su autoridad donde nadie lo había conseguido. Hasta tal punto, que el jefe del grupo más rebelde termina siendo su más fiel colaborador, y se casa con su hija.