Príncipe Alberto
Apuesto y galante, el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, primo hermano de la Reina, era, para gran parte de la élite europea, la elección obvia para ejercer una influencia sensata sobre la impredecible nueva soberana. Sin embargo, el camino hacia su matrimonio estaba lleno de obstáculos y dificultades. La madre de Alberto había abandonado a su familia cuando él era pequeño, ocasionándole una feroz desconfianza hacia las mujeres y miedo a la inmoralidad. A diferencia de su animado e indulgente hermano, Alberto estaba decidido a ser útil [en la vida], lo que podría hacerle chocar con una esposa cuya única concesión sería permitirle estampar su firma de vez en cuando. Su historia muestra un ascenso lento y seguro: tras la caída de Melbourne, Alberto hizo las veces de secretario personal de Victoria, y su influencia, y también el respeto que inspiraba en la nación, fue aumentando. El “noble alemán sin un penique” al que tanto ridiculizaban cuando llegó, sería conocido como el mejor rey que hubiera tenido el Reino Unido.